Resulta en ocasiones inquietante, la certeza de saber que bajo tu obra mostrada al público, se esconden otras dos o tres.
Hay procesos que parecen ser fugaces, y ni siquiera deben merecer ese nombre. Resultan ser una obra empezada y terminada. En otras ocasiones, el proceso creativo contempla diferentes cuadros, en un mismo soporte. Tantos cambios, que a veces olvidamos lo que subyace…
Las nubes, que aquel día descargaban agua de colores,
aportaron al alumnado, la clarificación de la percepción visual,
que transforma el espectro en arco iris…
¿o eran lágrimas ?